Ciudad de cuento es una buena descripción. Callecillas empedradas y empinadas, un gran complejo palaciego, sus estatuas recortadas de forma fantasmagórica sobre la oscuridad, historia y sobre todo intrahistoria o leyenda... La niebla subre desde el río por el puente Karlos mostrando la parte más tétrica y sombría de la capital checoeslovaca; esas mismas aguas reflejan sus edificios y los rayos de sol por las mañanas.
No es flor de solo un día y es que Praga tiene cicatrices de muchas épocas... Capital de Bohemia, ciudad de las 100 torres, ciudad dorada... Parece creada para el disfrute de los sentidos, desde sus heladerías hasta sus pequeñas tiendas de marionetas. Pausa obligada en una de sus cervecerías ya que el brebaje allí servido destaca por ser uno de los mejores que existen.
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