Clic.
Gas atenuante de contornos, chisporroteo y aparece el color; caliente, acogedor, deseable y emocionante. Las palabras hacen cola junto a tus labios, esperan a que sus pensamientos, amontonados, se ordenen. Cierras los ojos con fuerza, pestañas entrelazadas. Un soplo se resbala, la ráfaga apaga el calor.
Oscuridad.
Un nuevo comienzo, un año más, soplas las velas y creces... Ya no eres la niña pequeña de sonrisa contagiosa.
Con los años has cambiado, tus aficiones también... Atrás quedan todos aquellos años de gimnasia rítmica y ballet. Eres diferente; el diseño y el blog reflejan tu interior, correr tu vía de escape.
Las grandes esencias se concentran en frasco pequeño. Cada día muestras lo que eres, tu perfeccionismo inimaginable, creatividad infinita, elegancia e incluso esa agresividad insospechada. Tu timidez y dulzura se han convertido en confianza y madurez.
Aprender de ti, eso espero poder seguir haciéndolo; entrenamientos, clases, fotos, post, tradiciones... Y aguantar, vivir, cambiar, llorar, reír, sentir y acercarnos a lo desconocido como si fuéramos una.
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